Un souvenir con estilo para recordar un lugar que nos deje huella.

Al viajar por nuevos lugares, cuál es el viajero que no busca un souvenir como recuerdo a algún lugar que quiere permanecer para siempre en su memoria.

Hay lugares que enamoran por ellos mismos: una ciudad, un pueblo, una montaña, un lago. ¿Cuántos lugares hermosos podemos tener la suerte de encontrar en nuestro camino a lo largo de nuestra vida?

La visión del viajero hace que cada lugar sea una experiencia personal en el sentido más amplio de la palabra. Las expectativas con las que se llega al destino, a veces corresponden con la realidad y en otras ocasiones, decepcionan.

Un souvenir que mantenga vivo el recuerdo de aquel viaje….

Cuando disfrutamos intensamente en algún lugar donde hemos viajado, siempre tenemos la necesidad de comprar un souvenir para poder mantener vivo el recuerdo de aquel viaje. Para ponerlo en casa y que al verlo nos recuerde tan maravillosos momentos. A veces, también elegirémos souvenirs para regalar a nuestros seres queridos, si el equipaje y la ruta del viaje nos lo permiten.

Muchas veces los souvenirs que encontramos son tan típicos y repetitivos en todos los lugares que vamos, que se nos quitan hasta las ganas de comprarlos.

Esto me hizo recordar cuan necesario es poder ofrecer un souvenir con un poquito de estilo y que represente con más prestancia el recuerdo de un lugar y me puse manos a la obra….

Un nuevo reto: Crear un nuevo concepto de souvenir.

Un nuevo reto para nuestro Taller de Proyectos creativos AsiDeCool. Crear un nuevo tipo de Souvenir que represente con mas prestancia la belleza que se esconde en cada rincón de nuestra ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Una ciudad tan cargada de historia.

Pensé y me planteé comenzar una serie de dibujos de edificios emblemáticos de la ciudad, y así poder ofrecer otra alternativa de souvenir cultural, con más estilo que le típico repetido hasta la saciedad, al turista o viajero que llega a nuestras tierras.

Un souvenir con estilo. Su proceso creativo.

La idea era transformarlos posteriormente en láminas de varios tamaños, algunos para poderse llevar cómo láminas en un rulo de cartón, otros más pequeños para llevárselos en pequeños cuadros ya enmarcados. Algunos serian solo el dibujo pasado a tinta, y luego ampliado a muchísima mayor escala para que le dibujo obtenga la sensación amplificada de “trazo”. Realizado todo ello en imprenta y con un papel satinado de 300 grs de espesor de alta calidad. Algunas láminas de la serie también llevan frases a lápiz, escritas por mí, que le dan ya una dimensión literaria al souvenir.

Para la primera lámina de la serie elegí el Teatro Perez Galdós. Se me ocurrió empezar por realizar el dibujo en un tamaño miniatura de 4 centímetros de ancho, intentando de este modo conseguir que los trazos fueran muy simplistas, para que a la hora de ampliarlo el efecto fuese innovador e interesante.